domingo, 28 de septiembre de 2008

POEMAS

ALEJANDRO VERA
LA RIOJA VIVE EN BS AS

Escritor/actor/Director de Teatro - 34 años.Vivo en Buenos Aires y represento a las dos provincias a Buenos Aires y La Rioja.Libro editado : Miradas Interiores ( 2001)


Puertas del Cielo

Recuerdo tu voz,
Hoy no hables, no hace falta.
Quiero recordarte,
Es tu boca, tus labios, tu humedad

Tu sonrisa que se desnuda
Frente a mi,
desde lejos tengo tu voz
y los te quiero que nunca han sido.

Yo nunca fui en tus vientre
En tus entrañas
O bien,
No lo recuerdo

Pero te he visto bailar
Sobre mi pecho,
Hasta quedarte dormida
y meterte en mis sueños.

Tus pechos como una daga
Enjuiciaron mi alma
Hasta esclavizarlos
Y llenarlo de ti por completo

Tus piernas, mujer,
Mientras yo cuidaba tu sonrisa
Llegaban alienadas
A limpiar las quimeras de mi cuerpo

Tu amor, tus besos suicidas, tu voz
Te pusieron sola en el camino
Me dejaron armado y montando guardia
En las puertas del cielo.


VISTE


Viste la lluvia?
Moja la ciudad
La cale brilla
La gente no existe
La noche percibe,
Delicada, tu ausencia.
Sabe, le falta tu perfume al viento
Viste la lluvia?
No tiene como lucirse
Porque tu cuerpo no la embellece.
La noche percibe,
Fugaz, tu ausencia
Extiende el llanto para encontrar tus cabellos negros
Dormidos en algún sitio por los campos.
Oíste la lluvia?
Dice que no te encuentra
No le importa mojar al pasto y las flores,
Guardar la luna y las estrellas,
Alimentar al mar y a los poetas,
Llenar los ríos,
No se anima tampoco a seguir lloviendo
Si tú no te bañas en ella.
Viste la lluvia, la Oíste?
Yo no,
Yo dormía…
Escuchando tus latidos junto a los míos , amor.




El otro de siempre

Nada es igual ni equivalente
No soy el mismo que te devoro los huesos
En un sueño

Ya no soy Cristo en tus entrañas,
En tus domingos
No soy tus ganas, tu desvelo, tus prejuicios
Tu sepillo desdentado de dientes.

El que prueba tu paciencia
Tus labios, tu ironía
Tu primer bocado, tu conducta
El que prueba tus piernas

El que cuenta tus lunares
Tus dedos, tus caprichos
Tu montón de nada y de todo
El desamor enamorado

Ya no soy el que te toco
El que te habla, el que te rompo,
El que te inventa, el que te abre los sueños
El que vomita las palabras.

No soy quien tu crees que soy,
Ni el que inventas dentro de mi cuerpo
Ni el ladrón vulnerable
Ni el príncipe violeta.

No soy mas el de tu corazón
Menos el de tu cabeza
Ya no trepo en tus caderas ,
No me caigo del colchón.

No soy el mismo d siempre
Soy el otro de siempre.
Hace quince minutos que el olvido se fue
Dudaras perdida y huérfana sin el.

Ale Vera



DESAPERECIDOS

Estoy buscando con llagas en el alma,
A los que están desaparecidos,
A los que se han ido sin mi consentimiento,
Sin el de ellos.

Buscando…en el futuro
Lagrimas que no pude ver,
Pero las escucho, aun hoy las escucho.
Buscando… a los que buscan su identidad.

El lamento, los gritos de auxilio
Quedan calcados en la pared
Encerrados en el silencio, en la hipocresía.
Pero yo los escucho por las noches.
Y el silencio?, es el pacto
De los que miran a un costado
No van a devolverme nada
Aunque de esa nada se vayan olvidando

Que se lleven si quieren
el cargo de conciencia, el interrogante.
Que se lleven la puerta derivada, la soberbia
Pero que traigan a mis hermanos de regreso a casa.

Estoy buscando con la bronca que no encuentra respeto,
A los que hicieron desaparecer la música,
Las palabras, las ideas, la inocencia , los sueños,
A los que quemaron la verdad.

Los que abren el paraguas
bajo la lluvia de lagrimas
que en los días de tormenta
a veces me moja el alma

Los que se llevaron un souvenir de pañales y chocolate,
Quien sabe a que lugar, aun sigo buscando.
Se llevaron marcas y huellas personales,
Se robaron mi apellido original.

Y soy madre, hijo y abuela y no estoy solo,
Pero sigo buscando… que el silencio no se calle de golpe,
Que los golpes no retumben en mi menoría
Para no dejar nostalgias en mi herencia.

Que se lleven entonces los ruidos, todos los ruidos
Las angustias los fantasmas, el dolor, el exilio.
Mi no olvido en forma de impotencia
Que se lleven lo que quieran…. Pero que me traigan de regreso a casa
Ale Vera

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Ana Rosa Awdejczuk Gonçalves
Buenos Aires.


Salvando Distancias

Estoy ocupandoel lado opuesto al que hasta hace unas horaste encontrabas.El hueco que el colchón dejóse me hunde, me llevame atrapa hacia el infinitode tu esencia.Me sumerge hasta el fondode tus deseos, de tu piel, de tu calorque quema como una fogataa la orilla del mar.Que a pesar de las distancias...las noches de soledad...el tiempo... no se extingue. Salgo a la nebulosa nochey te veoen cada mínima estrella, en cada nube, en cada lejano suspiro.Porque se , que aunqueen este momentotu cuerpo esté junto a otro, somnoliento,tu alma, está durmiendo conmigo.




Mi soledad

Como tantas otras nochesViene a mí y termina apagandoLas velas de mi insomnio.Como tantos minutos (que valen horas)Regresa a mis sueños inconclusos.Como siempre.A veces creo perderlaPero vuelvo a encontrarla,Creo burlarmePero caigo en sus redes.En el silencio estrelladoEn la nocturna esperaA poca distancia quizásDos seres se aman,A no tanto quizásUn niño nace,A un poco masOtro muere de hambreY simplemente aquí, yo noLogro evadirme, la soledadMe persigue, me acosa, me castigaParaliza, hiela, ensordeceEnmudece, aburre, enloqueceY como siempre logra alcanzarme,Sutil ladronaDe mis felices horas.



El insoportable peso del ser…

Aquel verano fue el comienzo,
El eterno retorno…
Vos venías fresco, renovado
Yo llegaba cansada y desahuciada.
Vos tenías plena la sonrisa,
Yo tenía las manos vacías.
Te sentaste a mi lado y sonreíste
Y se inauguró la noche
Y comenzó el año antes de tiempo…
Y dancé, y huiste, tras
Quien sabe que desvelos…

Pasaron brindis, aviones, cumpleaños…
Las agujas del reloj dieron vuelta
Una y mil veces
Esperando el encuentro…

Vos tenías tu mundo calmo, estable
Yo tenía mi mundo pequeño, inquieto.

Pero siempre se retrasaba el día,
Nunca era la hora
Jamás llegaba el momento…

Fueron pasando meses,
El Verano con sus luces,
El otoño con sus verdes…
Sus viajes, sus despedidas,
Sus vidas contrariadas

Y llegó el frío, y nos chocamos
Y nos vimos sin escudos,
Nos investigamos, olfateamos, intuimos…

Vos estable y sombrío, boicoteando mis planes
Yo alocada y directa, saboteando tu calma…

Y pudieron cien cuentos,
Lograron mil canciones,
Llegaron más relatos…

Y se congelaron las agujas,
Y la tierra se detuvo en su eje…
Los planes se hicieron humo,
La calma se volvió furia…

El deseo se convirtió en piel,
Los dedos fríos en caricias tibias,
Las palabras en besos,
Los amores, en ridículos…
La vida comenzó a tener un sentido
Un torbellino de sensaciones
Nació de pronto

Y dos almas se fundieron,
Dos cuerpos se hicieron uno,
Una etapa quedó atrás,
Para contar otra historia.

El ser no pudo ser leve,
Sin encontrar su peso…


Ana Rosa Awdejczuk Gonçalves
Buenos Aires, 19/8/2

DespertaresEn éste ciclo interminableQue es la vidaDonde todo se transforma,Todo va y viene,Todo termina Y vuelve a comenzar.Donde vivimos cada instanteDe manera especial...O indiferente.En ésta calma eternaRuleta rusa,Sutil cronicidad que, poco a poco,Nos va envolviendoEn sus grises intermedios...En éste letargo mágicoDonde incesante, y sin desearlo,Estaba sumergida...Justo en éste instante De estable sueñoAparecés y, levantarme cada mañana(a pesar que odio hacerlo)se convierte en dicha;planificar el trabajo se transformaen placer, vivir se vuelvemás intenso y significativo.Entre lo malo lo bueno,La vida y la muerte,La inteligencia, sabiduría,Ignorancia, tristeza, alegría,Con que vivo cada día, Aparece una luzQue ilumina mi penumbra,Aparece un blanco que Me rescata de ese gris...Aparece la adrenalina que permiteSentir el latido e mi corazón.Aparece a magia, el color, el brillo.Entre papeles y charlas...Entre sillones y mates...Entre sueños vigilias...Entre adultos niños...Encuentro paz y remanso,Encuentro acción y suspenso,Encuentro vida fuego,Ése fuego que enciende mi esencia...Y me vuelve más sensible, más intuitiva,Más deseada.En definitiva, que me rescataY me hace sentir que, después de todo,Estoy viva.



Ana Rosa Awdejczuk Goncalves

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Darío Arístides Molina - "Píndaro"

DATOS DEL AUTOR:

▪ Apellido: MOLINA
▪ Nombres: Darío Arístides
▪ Seudónimo: Píndaro
▪ Edad: 26 años
▪ Fecha de Nacimiento: 16 de Febrero de 1982, (18:00 HS.)
▪ Lugar de Nacimiento: Ciudad de San Luis – Prov. de San Luis
▪ Nacionalidad: Argentino
▪ Dirección: Martín de Loyola 1076 (Oeste) – C. P. (5700)
▪ E-mail: pindarodam@gmail.com




BREVE SEMBLANZA DE MI TRAYECTORIA:

Comencé a escribir en el año 1998.
Participe en diferentes encuentros, congresos y certámenes literarios.
Me premiaron por mi qué hacer, y logré una mención de honor.
Publiqué en diferentes antologías, libros, diarios, revistas e Internet.
Llevé a cabo la traducción de algunos de mis poemas a diferentes idiomas como el Esperanto y el Guaraní.
Fundé y presidí la Asociación Literaria que a través de ella se promovió la compaginación y la edición de antologías propias. Como también la realización de espectáculos culturales multidisciplinarios.
El año 2007 publiqué mi primer libro que lo titulé “ENTRE EL CIELO Y EL MAR”. Actualmente hago actividades que todo poeta y escritor no debe dejar de hacer.


EN SU MIRADA


En su mirada vierto mi amor contenido;
recorro su alma y sus sentidos.

En su mirada, leo los tiempos ya vividos;
como también, la esperanza de ser amigos.


Yo no sólo quisiera ser su amigo,
sino hombre apasionado.
Yo no deseo sólo su Espíritu,
sino también, su templo escondido.
Tampoco, ser reflejo del pasado,
más bien, un futuro y dibujarlo juntos.


En su mirada, advierto la ternura
de un amor lejano que culpa y aprisiona;
atisbo anhelos de sueños inconclusos,
o quizás desvanecidos.

En su mirada percibo un grito sofocado
diciendo libertad… ¡Libertadme amor mío!


Si tu me dejas, seré tu nueva luz…
Aquel cayado que confirma y desaloja del temor.
Si tu lo permites, sembraremos nuevos sueños,
y te ayudaré a cumplirlos. Y con mis manos
tocaré tu frente, y le diré al corazón
que nuevos horizontes le esperan.


Con su ternura, aprendí con esmero a
romper cadenas; y con su amor sincero,
desatarle del pasado.

Hoy nos espera algo nuevo,
para juntos emprender un vuelo,
hasta los confines de la tierra.







Sinopsis:

Hoy todo será y se hará para ti.
Ten fe y esperanza.
Espera un poco, pronto todo será.
Sé feliz, y haz lo que siempre tu corazón deseó.
Hasta hoy, mientras, tiempo hay…



HOY


Ser y sentir…
La existencia toda…
La vida misma.

Amar…
Capacidad y plenitud…
Sin fin de ilusión,
perenne realidad.

Poder decir al oído
un te quiero, o
con un fraterno abrazo
un te amo, sincero.

Sentir y ser al mismo
tiempo, cual gotas
de rocío al
impregnar la tierra.

Idear, y animarse a crear.
¿Utopías?
¡Auténticas verdades!


***

Así debes vivirlo.
Así se fundará en ti.
Y lo único, cobrará valor
y sentido.

Vivir es tu meta.
Abrir horizontes
y caminarlos.
Recoger la sabia
entre tus manos.


Así será, y así se hará.
Es ahora cuando
tu alma te pide
volar.
Es ahora, cuando
darás… una
nueva realidad.

La vida está en ti,
podrás moverla.

Juzgar entre opciones
y tomar decisiones.

Es hora, te esperan…

La noche vendrá;
y al amanecer
brillarán para ti
destellos de luz.


***

Hoy todo será…
La meta…
Los sueños…
Las esperanzas…
Y la fe por lograrlas.



A la hora del Té


Ya son las cinco de la tarde,
el Té está servido, posando
en la mesa del jardín.

Mientras aguarda la merienda,
el Té parece abatirse en la
tetera y rendirse ante
el bronce frío y bello.

Mientras las mariposas
juegan a danzas, la vigilia de
las hormigas acechan el manjar.

Que lindo es tomar el Té,
cuando el sol está frente
mío y la mermelada
dormida en su cuna de pan.

Y se endulzan las tardes con
los gustos almibarados.

El Té, es especial ante mí,
es prisionero de los minutos,
de los paladares que lo saborean.


Sinopsis:

En un mundo donde la indiferencia cobra vigor, y las cosas del corazón son tiradas al cesto de la basura, estamos solos en la nada. Cuando logramos VER todo, o algo de la realidad que nos penetra, nos damos cuenta de todo lo que perdimos, y ojalá, de todo lo que podremos recuperar. Es aquí donde das por asentado que tienes un protagonismo en la vida, que tienes un qué hacer para ti y para los demás. Y llegas a la conclusión, que muchos… EXISTIMOS.



EXISTIMOS


¿Por qué abatirnos
en la desesperación,
cuando sufrimos al parir
la incógnita del devenir?

¿La existencia colectiva,
y la individual
no se concilian?

Vivimos bajo un cielo
de contradicciones…
dentro de una constelación
de contradictores…

¡Qué lánguida se vuelve la vida
cuando se avienen vacilaciones
y angustias!
¡Qué efímera y carente
cuando bien la vivimos…
Pues mañana,
el presente de este instante
quedará en el recuerdo,
o cautivo del olvido.

¡Qué ardua tarea conocernos,
y sabernos a sí mismos.
Mas qué paz… o desdén
topar y descubrir cosas
que antes ignorábamos!

Siento y al mismo tiempo muero,
decimos a menudo.
¿Qué es la vida, hermanos míos?
¿Cuál es su significado?
¿Qué es lo que nos pide,
y qué es lo que nos promete?

¿Qué es el deber… o cual es el precio,
por algunas décadas transcurridas?
¿Qué es, lo que en este preciso momento
te pide a gritos tu corazón, a la vez,
lo que tajante te pide la razón?

En este tiempo que creemos perder,
quizás se entrevea
una esperanza caprichosa,
sin fundamentos… pero inundada de brío
y deseos de vivir, aunque por un breve
período, no más, sea.

O quizás, para justificarnos
a sí mismos, y decirnos:
Aquí estamos. Caminando, sólo eso.
Sabernos caminantes…

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Eugenia Segura
Nació en Mendoza, en 1978, donde produjo los ciclos de poesía y performance: Priapismo, (biblioteca itinerante, revista y performances), La voz obra, Secretos de eficacia, la ópera-animé Bonus track (premio Escenarios 2004). Es coeditora de protocultura, y colabora en Eloísa Cartonera. Reside en Buenos Aires desde 2004, donde formó parte de los talleres dictados en la Casa de la poesía por Diana Bellessi (2004) y Andi Nachón (2005), además del taller de crónicas dictado por María Moreno en el Rojas. Publicó La traición de Sarah Kay (protocultura, 2005). Textos suyos han sido incluidos en varias antologías, entre ellas, No hay cuchillo sin rosas (Eloísa Cartonera, 2007), Poetas argentinas 1961-1980 (Ediciones del dock, 2007) y Última poesía argentina (En danza, 2008). Su libro herencia china, aún inédito, obtuvo una mención en el concurso hispanoamericano de poesía organizado por Vox y Los amigos de lo ajeno en 2006. Estudia Letras en la UBA.

materia
ha de ser una ley: ningún ser puede treparse a sí mismo. enuncio la disolución del agua en el agua al final de la cascada, dedos que arañan el muro transparente de tal desasosiego. mirar hasta extraviarse en el intento, una con la tortura constante de subir una materia idéntica siempre en estallido. no tienen paz las aguas.
jade
un corazón quebrado
de jade entre las piedras
la cadena rota testimonia
la pérdida en alguna caminata
y no es semipreciosa
la luz verde menta en que se queman
las hormigas que pasan por debajo.
una baratija que alguien pierde
lesiones permanentes para insectos
y la alegría cruel de haber recuperado
un objeto inútil con semejante
valor agregado.
las transmisiones
I
alumbro con mis dedos
la flor por la que trepan
todos mis hermanos
(un día
subiré por este tallo
hasta tus ojos)
II
con dos trazos podría
dibujar el viento en los vidrios
de una ventana empañada.
no así el rebozo
de la mujer que al otro lado
se inclina y se apresura.
III
lo que nos separa de la intemperie no es techo sino el ruido
del agua que se rompe en mil pedazos.

lujo
la cesta de damascos
que una mujer china recibe
como regalo de bodas
el calor que se desprende
de los libros amados
cuando arden
para alejar por un rato
algún invierno ruso
un sorbo de agua clara
traída desde lejos
sobre un cuello delicado
los granos de pimienta que deslizo
con cuidado entre mis dedos medievales
encienden la carne y después
devuelven intactas
todas las eras.
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Ezequiel delfino


Edad: 28años
Fecha de Nacimiento: 11 de marzo de 1980
Dirección: Marcos Paz 2587 C.P. 1417
Localidad: Ciudad de Buenos Aires
Teléfono: 4566-3266 / (15)41575017
Nacionalidad: Argentina
Estado Civil: Soltero
D.N.I.: 28.032.659
E-mail: ezedelfino26@hotmail.com

Poemas

Una mujer.


Una mujer de pelo espigado.
Rojizo como el beso de su boca.
Andante. Deambulante y perezosa

Una mujer con voz de hilo.
Con pecas de vino.
Radiante. Sonriente y serena

Una mujer de corriente sin bordes.
Con una caricia anteponiendo la mano.
Casera. Suave y ansiosa

Una mujer de fuego lento.
De estilo sin metáfora.
Entera. Tenaz y silenciosa.

Una mujer sumergida entre sus párpados.
De poesía selecta.
Tierna. Curva y… hechicera.

Mi poesía.


Como un hilo me estiran el cielo y la tierra.
La nube y la raíz.
Entre mis labios y mis palabras se extiende la vida.
Entre ella y mis ganas.

Me queman los dientes si no te bebo, pues,
te has hincado para no marcharte.
A veces pareces una gaviota que vuela
sin saber si va regresar a mi mano.

Insistes. No te vences.
Dices lo que callan los otros, que luego, te talan como madera.
! Pero resurges ¡ !Siempre resurges ¡

Te has transformado en una razón
para que mi condena esté sentenciada.
! Vaya si lo está ¡
Para que quieran talarme los que te desprecian.
No lo lograrán pues la indiferencia no te daña.
! Vaya si no te daña ¡

A tu nube subo y de la raíz me desprendo
cuando necesito convencerme que la luz está en el aire.

Un secuaz.


Debo dar signo al tormento.
Dar fuego a la hoguera.
Alabar el alimento
Agradecer el júbilo.
Justificar la desdicha.
Aceptar el llanto.
Enrojecer tus mejillas.

La dicha o desdicha mía la acabo de hipotecar:
Soy poeta.

Alondra.


Frenó el aire cuando tus ojos me miraron.
Las palabras quedaron suspendidas en el viento
que traia el rio de la plata.
Sin aliento sostenido. Sin responder a tus dudas.

Alondra

¿Cuando bajaste del cielo?
No perteneces aquí.

¿Que artesano talentoso talló tu sonrisa?
¿Quien moldeó la silueta de tu cara?

Te alejaste sonriendo para llevarte

mis ojos
que no se despegaban de los tuyos.
Me aleje sonriendo para llevarme

tu boca.

Aún conservo la emoción de la visita
que le hizo tu perfume a mi olfato.

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FEDERICO TORRES:
Nació en Berisso, provincia de Buenos Aires, en 1984. Reside en la ciudad de Formosa desde el año 1999. Es estudiante del Profesorado en Letras en la Universidad Nacional de Formosa e integra el grupo literario independiente “Alquímico”.




AD AETERNUM


Una herida llevan estas manos,
un estigma las difiere
de las otras muchas,
el dolor abreva de ellas
insaciable.
No contuvieron tu último suspiro
sus cuencas.
Tu boca callada para siempre
se llevó la voz
que llenaba las cosas
de caricias sonoras,
y
con ella
la antigua prosa
de tus años jóvenes.
Tu sombra inmensa
atardecía el mediodía
a su paso.
Tus manos,
otrora fornidas,
hoy óseas agujas,
en una aislada penumbra
tejen el tiempo
hasta la eternidad.


EL HURACÁN DE TUS MANOS

“Nace como la herramienta:
a los golpes destinado…”
Miguel Hernández

El huracán de tus manos
arrancó lágrimas
de estos ojos.
Con sangre
pegaste uno a uno
cada ladrillo
de esa casa
que erigiste
para decorar con risas.
Tus manos
se alzaron gigantes,
constructoras.
Hermanas de la cal
y el ladrillo
nacieron,
pero hermanas
de la harina,
de la sal,
del agua de los panes matutinos
y del verdor del zapallo
y la cebolla,
también.
Esas manos melancólicas,
severamente ásperas,
alzaron los ladrillos
que
formaron ese techo lunar.
Esas manos
me arrancan lágrimas
por la sed
que mis mejillas gritan
de sus caricias.
No encuentran más
que el rastro de sal
que van tejiendo mis ojos.




ETÉREO

Mi pueblo es un pueblo de calles verdes, de calles vírgenes de pisadas, con el silencio del pasto aferrado eternamente a su recorrido. Qué belleza las tardes de lluvia, qué delicia los soles post-dilúvicos. Nadie sale por no arruinar aquella perfección clorofílica. Las casas solas nacen de entre las fauces de la tierra. Los novios se enamoran desde lejos y se envían besos golondríneos. Las mujeres se embarazan recogiendo con los aleteos de sus polleras los espermas migratorios que les envían sus amados desde lejos.



RECUENTO

Mi vida es una secuencia incesante
de terribles alegrías
y de hermosas desgracias.
De las primeras,
sólo me queda el vigíleo recuerdo de un sueño,
de las otras,
el escozor vivo aún teje sus hilos.
Fue aquel ocaso, acaso,
o alguna lectura niña de mis años primeros
lo que clavó la espina de la escritura en mí.
Sé, sin embargo, que debo arrancarla.


FERNANDO A. ACOSTA:
Nació en Formosa en 1982. Es músico y artesano. Publica sus obras literarias en “Alquímico” (revista editada por un grupo de escritores que lleva el mismo nombre desde el año 2005) y en diarios y antologías provinciales.


LA LLUVIA

He de esperar sentado en esta esquina
a que pase mi destino en un auto roñoso
y me salpique en la cara el lodo que pisé cientos de veces.
Si vieras la garúa cómo se esparce en esta esquina,
cómo se embota la sangre en mis manos,
cómo se desmaya el cielo lentamente y me acorrala;
si vieras la valentía de la brasa del cigarrillo
en el ambiente húmedo,
la ansiedad de la espera por irse,
lo irritante de la nostalgia
que me empuja por la espalda
y me oprime el cuello,
si me vieras aquí tan imperfecto
tan impertérrito,
desafiando a muerte a mi entorno
cara a cara,
si supieras cómo supe esculpir
de memoria tu cara en mi memoria.
Supliqué de rodillas a la espera
que se quede en esta esquina conmigo
hasta ver algo a lo lejos,
sin embargo nada aparece
en este desierto difuminado por la lluvia y el recuerdo.
Y esta nostalgia
que golpea cada vez más fuerte
y pretende sacarme lágrimas,
no se dio cuenta
de que estoy llorando antes de estar aquí sentado,
no se da cuenta
que no es la lluvia la que disimula mis lágrimas,
sino que al no caberme tanta tristeza en los ojos,
el cielo me prestó los suyos
y llora por mí
hasta donde termina la noche.









ALGÚN NOCTURNO MÁS


La noche se desliza
lenta como un do menor de Chopin
en los oídos sordos de los caminantes.
Acaricia áspera como velo mortuorio
sin felicidad,
sin tristeza,
como niebla incolora
como abrazo desamorado
que enjuaga las voces
que resbalan en los pasillos.
Ni las paredes más fuertes
soportan el peso de la historia,
ni la historia soporta
el peso de la gente,
ni la gente soporta
el peso del destino,
destino de sabiduría inútil
y de ignorancia analgésica.
Algún Dios se ríe de todo
y sus carcajadas se confunden
con el viento
que destruye y construye
cíclico como las olas,
efímero y eterno
como el tiempo.
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HÉCTOR WASHINGTON GÓMEZ: Poeta nacido en Frías, Santiago del Estero, en el año 1983. Estudia en la Universidad Nacional de Formosa el Profesorado en Letras e integra el grupo literario independiente “Alquímico”. Obtuvo el segundo premio de Poesía en el concurso literario “Décimo Aniversario del Banco de Formosa” en el año 2006 y publicó en diferentes antologías literarias a nivel nacional.



PLENILUNIO EN SANGRE

“Creo a veces sentir que mi sangre se escapa
con el rítmico llanto de una fuente, a raudales”.
(Charles Baudelaire “La fuente de sangre”)

A veces
me desangro entre un epígono y la niebla,
y hago llover plenilunios
que luego perjuro
desacertadamente.
Y exhalo una parte errante del cosmos
que sepulto a un lado de la noche
cada tarde.
Pero pierdo mi norte insoslayado
y escalo,
escalo un peldaño por tiempo
que fenece entre mis brazos,
por cada látigo de voces desnudas
que nos duelen,
cada luz que aturde y ensordece nuestros ojos
de tanto no vernos en la nada.
Porque necesito urdir milagros con palabras.
¡Quiero regar el mundo con mi sangre!
Debo esculpir a gritos
la nada hostil de lo que somos,
resucitar cada noche
y morir cuando despierte
junto al alba.






PάJoV MάJoV


“Por lo tanto, no refrenaré mi boca:
Hablaré en la angustia de mi espíritu.
Y me quejaré con la amargura de mi alma”.
(Job 7:11)

Fatídico numen,
oráculo pérfido
que trazas
oblicua
mácula
recta
en mis retinas,
desdeño el rostro anquilosado que ostentas
bajo las griegas aguas inmóviles del tiempo.
Cavilé mil y una vez en la penumbra,
funesta caverna de sombras y anomalías,
mas no he podido ser ente,
no he logrado ser esencia
entre el sueño de los dioses
y el asco
y el oprobio de ser hombre.
Agónico improperio hacia la nada:
debo aprender del dolor a cada paso,
¡debo torcerte, muerte, hasta el extremo!
No quiero agrietar la roca eterna con mi nombre,
pero me has asido tan deprisa
que absorto en la desidia
soy légamo perspicuo entre tus manos.
Sé del cielo y del averno,
del tiempo cíclico que sopla
cual Céfiro impávido entre la hoguera
y el perpetuo instante,
¡debo templarte, vida, por completo!
debo escapar allende hacia el Olimpo,
pero Ícaro revive y reescribe su incesante diégesis,
su abortada odisea de soles y mares.
¡Denme un ejército de alas
y eludiré al sufrimiento!
Denme una gota de sangre,
una pluma,
un verso.
“Denme un punto de apoyo
y moveré la tierra y el cielo”.





RACIMO DE UNIVERSOS


¡Qué vendaval de azul tu piel devora!
Me duele todo un mundo si me absorbe
el atlas implacable de tu orbe.
Oh, no amordaces mi dolor ahora.

La luna está postrada ante tu vida
y se apequeña el mar cuando la furia
de tu desdén fijado a una centuria
amasa un trozo de mañana herida.

¡Tengo tanto de Dios cuando te miro!
Tanto de mortal; oh, latido breve
que cesa ante tu voz y se desboca.

Racimo de universos, tu respiro,
pende de tan poco mi vida leve:
una línea de besos de tu boca.





RESPLANDOR DE ABRILES

“Tú
que ayer sólo eras toda la hermosura
eres también todo el amor, ahora.”
Jorge Luis Borges “Sábados”

Me ha sido dado escalar la niebla
cuando clavé una línea de sueños a tu tiempo,
hacia el centro de tu sombra desbocada.
Hay resplandor de abriles en tu risa
y una estampida de tricornios azules cuando miras.
Pero estás tan desgajada del mundo incompleto
que yo fatigo la bruma irrevocable
y contengo infinitos universos
agitando mi pecho salpicado de ocasos.
Siempre te busco en los retazos de palabras que profano
y no me bastan los párpados del cielo
para cubrir el orbe inasible de tus ojos.
A tus espaldas hay otro universo:
la soledad que tejo con cada hilo de sombra
de tu ausencia inapelable.
Hay algo más allá de mi risa inusitada,
un silencio de grito superlativo
y más espeso en la sangre.
Hay un vendaval de cosas que no digo
,
una gota de ceniza que arrastra los adioses
al borde de la noche.
Pero quiero estar de pie cuando comience la vida
y te espero,
te espero donde los dioses
desparraman la tarde de un soplido.


Ignacio salde
Aqui adjunto los poemas. Aprovecho para preguntarles, si hay que pagar algo, cuanto sale la estadía y ese tipo de cosas que me interesaria saber y que en la páginma no salen. (Aparte otra cosa el Encuentrro es en La Rioja Capital?) Un Abrazo

Mis datos:
Para empezar daré el nombre que mis padres me pusieron (por que mis amigos me rebautizan a cada instante) Ignacio Alejandro Salde.
En la carrera de Letras soy más conocido como Nacho (o información turística de donde tenemos clase y tramites varios), si estudio la carrera de Letras Modernas en la Facultad de Filosofía y Humanidades.
Aparte de estudiar Letras me estoy formando en narración oral en la escuela Dicho y Hecho, hay me conocen como Miguelito (Por el personaje de Mafalda, ya sacaran ustedes sus conclusiones).
Participo del grupo literario-musical “El Andén de los Juglares”, (ahí soy el que baja el promedio de edad).
Y con algunas mujeres (cinco para ser más exacto) conformo “Contar con Letras”, es un grupo que armamos estudiantes de Letras con las ganas de compartir nuestro amor por la literatura, en ese grupo como en toda mi vida soy quien llevó el mate y la palabra. Ese soy yo y“ todas mis personalidades”.(tomé una frase de un profesor mío del ingreso a la carrera)
Vasijas
Gota a gota.
Mis recuerdos van hacia el mar
de tu ánfora maternal
nido de barro y tibieza.
Sol
calor de las vasijas
donde alimento mi sueño
para dártelo en la soledad de mi vida
en el momento que vuelvo a ser uno y todo (concebido)
con el universo terrenal.
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Guitarra
El día enlutese.
Eclipse de animales.
El bosque llora.
La madera
teñida de lágrimas
se dobla.
Forma una matriz.
La cubren seis ríos
para que el hombre
imite a los pájaros.

Los dioses patriarcales
crearon al mundo
a lomos de caballos.
Caballos II
Las crines brillan sobre los caballos naranjas.
Ya no sueñan con vuelos nocturnos.
Su trote lento los lleva a las manos
del niño que les sacó la oreja.

Un Duende con Alas y Trompeta del Colegio San Pablo Apóstol

Duende negro.
Testigo
de embrujos infantiles.
Compañero
de encuentros.
Habitante solitario
de la memoria.
Vuelas hacia las estrellas
para contarles tus historias.
Cada mañana
vuelve a sonar tu trompeta.
Hoy te miro
y en tus acordes
escucho la historia otra vez.
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Javier Roberto Maldonado
DNI: 22.714.350
Fecha de nacimiento: 12/07/1972
Lugar: La Rioja
Domicilio: Independencia s/n-Patquía-Dpto. Independencia CP 5386-LR
Edad: 36 años
Profesor de Música, desempeñé la docencia en escuelas de la capital riojana, Patquía y actualmente me sumé al plantel de la Supervisión de Educación Artística - Música- de La Rioja.
Obras: "Los paisajes del alma"(2000), " El otro sueño" (2004) y "Crónicas de Estación Patquía" (2007), éste úlitmo en coautoría con Ariel Maldonado. Algunas de mis poesías están en "La gran apuesta" (Buenos Aires- 2005) y en "Antología del Encuentro" (Andalgalá-Catamarca- 2008).


Patquía, mi humilde rincón (Vals)


Camino por sus calles después de larga ausencia,
a mi viejo Patquía he vuelto ha pasear,
después de tanta ausencia he vuelto a tus palmeras,
al cruce de los vientos, a mi primer amor.
Y aunque nunca lo dije, más nunca te olvidé
pueblito de mis padres, rincón de mi niñez.

Frente a una plaza hermosa hoy le rezo a Santa Rosa,
Patrona de los vientos, la Madre del lugar.
Y hay un viejo sonido que sopla en mis oídos…
me suena a Villafañe tocando el bandoneón.
Y aunque nunca me vieron yo te siempre te lloré;
te llevo en mi sangre, te siento en mi piel.

A la hora de la siesta picar pa’ la represa
a juntar los yuyitos pal’ hora de matear.
Y en tus calles de greda mis ojos hoy se quedan
recordando una infancia de un tiempo tan feliz.
Y aunque nunca lo dije más nunca te olvidé;
pueblito de mis padres, rincón de mi niñez.

Volveré, volveré, volveré
al andén de esa Vieja Estación,
a engancharme en los sueños de un tren…
a esperar silencioso al amor.
Volveré, volveré, volveré
a mi Escuela la “20” de ayer;
a escribir grande en el pizarrón
que es Patquía mi humilde rincón.


Letra y Música: Javier Roberto Maldonado




Amarte libremente (Balada)


Te quiero solo mía y siempre mía,
tal vez celoso y tonto, pero mía.
Tenerte en las auroras y en las tardes,
tenerte todo el tiempo para amarte.

Te quiero a mi lado y en mis brazos,
decirte que me estás enamorando.
Te necesito toda en esta vida,
llenarme de colores con tu risa.

Amarte libremente
sin pecado, sin castigos, sin heridas,
sentirte más que un soplo en esta vida,
saberte todo el tiempo que eres mía.
Amarte libremente
Sin tus culpas, sin tus miedos, sin relojes,
debemos olvidar nuestros reproches.
El amor no se termina en una noche

Amante, amiga mía sé que un día
Tendremos que dejar de ocultarnos
quitarnos los disfraces del pecado,
sentir que nuestro amor ya no es robado.


Letra y Música: Javier Roberto Maldonado




Nostalgia de la primaria

¿Qué quieren que les diga? Entre tantas cosas quizá deje entrever esta nostalgia que va tomando gusto a tristeza.Contradictoriamente las risas han sido tantas que tan sólo muevo parte de mis labios para dedicarle un instante a aquellos momentos.Más de uno deseaba que el calendario llegara, creo que nuestras mentes quedaban en las aulas; nuestros cuerpos ya disparaban a las ansiadas vacaciones.¿Qué les puedo decir amigos? Hoy volví a buscar mi libreta, porque por estudioso o suertudo llegué, aprobé y me gané unos días antes del ansiado 13 de diciembre. De pronto, vi tantas imágenes que el estridente timbre, la pilladita, y hasta mi osada indiferencia, no me dejaron ver por muchos años. También, al ser ya más grandecito, me hizo comprender lo que mis inicios de rebeldía opacaban.Hoy fui corriendo a la escuela a buscar mis calificaciones y, con la misma urgencia a casa a comprobar que los números pasaran del 6, disfrutar y sentirme a mis anchas aprobado, ciclo terminado. Pero no fue tan fácil. Apenas mi cuerpo cruzó el umbral de la vieja escuela, pude escuchar al silencio por vez primera, aquel que todos los días los maestros querían lograr en cada formación. Caminé como si estuviera en otro lugar, pero no. Llegué a mi aula y mi semblante no era el mismo de los días cotidianos; allí estaban aquellos que la Seño consideró que iban a recuperar, como rehenes de sus mismas hazañas; allí, los más revoltosos ahora eran los más calmados y pude ver, mientras mi maestra se demoraba en buscar mi documentación, como sus miradas se concentraban en vaya saber qué lectura o razonamiento matemático.Todo era familiar y extraño a la vez y, aquella a quien en voz baja con mis amigos le decíamos “vieja”, luego de retirarme un poco del aula la vi tan angelical, a pesar del cansancio propio, como seguía guiando con sus gestos y miradas a Pedrito o a Rosita para que pudiesen comprender lo que no pudieron en los días normales de clases.Y me alejaba con una cosita que quemaba en el pecho, que llegaba hasta mi garganta. En ese instante supe lo que era llorar a mares por las cosas vividas y que pocos a esta edad no alcanzamos a ver. Recién entendí cuando a los doce años invade la nostalgia.Ahora extraño, cuando todo se va marchando, cuando mi partida va dejando un laberinto de emociones, ocurrencias y páginas que sólo nosotros, ese grado, ese grupo de amigos supimos crear.Me latía con prisa el corazón y no era por correr desmedido por el patio, eran un montón de sensaciones que pugnaban por salir.Sólo una evocación sonora de mis compañeros, los gritos de los changos, la dulzura de las chicas, el olor a transpiración-aunque reniegue de nuestros olores la seño todavía-, era el aroma de nuestras espontaneidades, de la inocencia y de la adolescencia, que de a poco se irán yendo con el perfume de nuestra temprana juventud.Un timbre casi sin razón sonó y me alertó, inconscientemente apunté al patio para formarme pero al instante me di cuenta que no era para mí, nada era para mí. Sólo la carga de emociones en mi alma era mía y un escudo de conocimientos que la escuela primaria me ponía en el pecho para enfrentar la vida. Disimuladamente, miraba por última vez todo, como si fuera “un día en la vida”: mientras caminaba hacia la salida observé los rostros de cada ordenanza, maestros, directivos y mi nombre escrito con corrector cerca de la puerta principal como la huella imborrable de un tiempo que no volverá jamás. Esta vez salí solo, como contando los pasos, los mismos que quedaban de los míos por mi querida escuela primaria.Pude ver hasta los más insignificantes detalles del edificio, quise grabar cada recuerdo. Nadie más corrió desesperado hacia la vereda. Un tramo más, hacia donde dobla la calle se pierde, giré y corrí apresuradamente, mientras el sudor de mi rostro se confundía con mis lágrimas.




Javier Roberto Maldonado



Los hijos

Se deslizan libremente por toda la casa
como canicas incontrolables,
sin un duende titiritero
que los manipule
recorren cada todos los espacios
hasta aquellos inexplorados
como dueños absolutos del lugar.
Llegado cada encuentro soñado
nos derriban con un lazo de abrazos y cariños
para montar la espalda arqueada de papá.
Como expertos jinetes de sus vidas
el único plan es ir hacia ningún lugar.
Como todos los días, despiertan
apenas el sol los besa en sus rojas mejillas.
De allí en más planifican
nuestra siempre y apurada loca vida y,
con la mágica sonrisa infantil
logran llamar nuestra atención.
Todo desvaría hacia lo bello…
Contribuyen cotidianamente
con el desorden de sus juguetes
que en sus manos cobran vida y destino.
Son los ojos de los abuelos,
los viejos mismos lo han afirmado más de una vez.
La vida misma para los padres.
Esos pequeños son la buena esperanza contra
el agitado mundo en el que casi vivimos.
Por naturaleza embellecen el dulce lugar, el hogar;
con las dulces melodías de sus voces,
con locuritas nuevas, con chispas,
con ocurrencias inesperadas
que dibujan una media luna en la sonrisa.
Llegada la tarde ya terminan sus tareas.
Y por la noche los ojos cierran sus ventanas.

Ya en la cama ejercen espontáneos, sus derechos
Los tiernos reclamos de ser mimados.
La urgente necesidad de tomar la leche.
Amenizados con cuentos de antaño,
de historias y de arrullos conocidos
van durmiéndose en los brazos de la noche
con Ángel de la Guarda de compañía
donde los espera vaya a saber
qué misterioso sueño.
Pequeños bandidos de nuestros corazones…
Algo así suelen ser los hijos.

Jorge Manuel Aponte: Poeta nacido en la ciudad de Formosa en el año 1981. Es estudiante de Psicopedagogía en la Universidad Nacional de Formosa. Integró la antología “Espacio literario” de la editorial “De los Cuatro Vientos” en el año 2006. Además ganó el primer premio de Narrativa en el concurso “Décimo aniversario del Banco de Formosa” en el año 2007. Forma parte del grupo literario independiente “Alquímico”.



ENSEÑADO


Las deambulantes estrofas llevan luz,
yo las sigo furtivo, desde lejos.
Van asustando
con sus antiguos sustos,
embriagadas, mal vestidas,
por sus miedos mas infantes.
La encabeza un alma niña
que en sus pequeñas manos
cuida un candil de lánguida luz,
de pálido verso
de rápido eco, de pelos mojados.
Tengo miedo
de andar solo en esta noche,
y aunque a ellos quiero unirme
temo acercarme a esa grey
a sus ojos lagrimosos, que pesan en mi pasado
¿si se burlan?, ¿si me gritan?, ¿si me hieren?
¿si rechazan mi estatura?,
¿si no puedo caminar junto a sus pasos pequeños?
¿si éstas mis largas piernas le recuerdan sus heridas?
¿si me odian?
Son muchos y yo viejo.
Se me alambra el corazón,
pero es tarde por el frío
que ennegrece la blancura,
de mi traje.
Me atraganta un gran silencio
hacen ruido mis arrugas
con el viento
las sostengo con soberbia,
con desprecio hacia la luna
y en mi estómago de agua;
llevo truenos,
frente a mis ojos gastados,
traigo vidrios,
en mi garganta de trapo,
suenan huellas maltratantes.
en mi memoria salada,
unos lozanos fantasmas
que fui ayer.
Sobre mis brazos,
raíces de sangre añeja y sucia
por la impaciencia del humo.
El pilar de mis espaldas cruje amarillo, desconsolado,
cuando un pequeño me alcanza
y abre mi pecho gigante.
Mientras sangro,
me traspasa la verdad, que es del ayer;
sin mi permiso no hablaban,
ahora
hablan cuando quieren.




ETARIO

“Por la mañana, que nos depara
la ilusión de un principio...”
Jorge L. Borges
Como he caído
caeré después y siempre
bajo la luz oscura y transparente
del tiempo todopoderoso y antiguo
y todavía por venir al mismo tiempo.
Tal vez me baste la felicidad de mi tristeza
para buscar la dicha
en los días desconocidos que me quedan,
no entre las horas disueltas de mi ayer
no en los años en que he sido otro
o numerosos otros que hoy ya no soy
y que nunca más seré.
Existe un dolor misterioso al que ya no temo
cuando me dejo atrapar por la furia
del dogma atroz de plazos artificiales
que van juzgando mis pasos
que me miden de punta a punta
cada tanto.
Aunque de a ratos renuncie al descanso
encuentro al pasado que se dilata veloz
y en lo que fue
y es ahora para siempre
se erige el anuncio verdadero y cierto de la muerte.
Ya decido mi lugar
no en la palabra tiempo
sólo en la trama imprecisa y vital del sacrificio,
para lograr lo que espero y sé querer
por lo que me muero
hasta en mis sueños...



L I M B U S


Oscurísimo jardín
si ignoras la primavera
no te rías,
no me arranques el no sé
con tus ramas tan resecas
con los tallos de tu tierra.
No me insultes
no me asustes.
Oscurísimo jardín
ya conoces el misterio,
habla entonces
di tus cosas
con tu canto de amargura
con las grietas de tu altura
diviérteme
sorpréndeme.
Oscurísimo jardín
por la muerte,
yo te escucho
no te vayas
mejor sufre
con la ausencia de la luz
conmigo y sin mi sonrisa.
Oscurísimo jardín
no hay colores
no me importa
no te alegres
no te arregles
con lo que sobra de gracia
con el consuelo que queda
conmigo y sin mi esperanza.
Oscuro sueño del frío
mi oscurísimo jardín
descansa
que te hace falta
por lo que queda adelante
por todo lo que anduviste
sin la suerte,
conmigo y no lo sabías.




VULGARABUZO


¿Es cierto lo que dices?
Que a las torres no las hacen los hombres
que las siembran, y crecen
y que sólo después son altas así como esta
en la que estamos yo, mi vida, mi soledad
y este viento fresco
y vos;
que pensás que te conozco
Ciertamente me cuesta ese tu sí…
pues estoy o quise estar aquí arriba
en silenciosa tristeza enlagrimándome al menos,
un rato más.
Pero está bien,
ahora siento que lo que profetizas
a este mi espíritu es algo espantoso;
“Todas las torres se marchitarán
y se secarán y en todo el universo
jamás crecerá una sola otra vez”…
Truncar el cumplimiento de esa profecía;
es también una locura.
Con tanta sobriedad me dices que un alguien,
o yo, con mi sangre allá abajo sobre el suelo,
en una parte de la dignidad sosteniente
podré salvar
de este peligro, esta tarde
a estas tan hermosas torres.
¿Que si quiero?
¡No quiero morir!
pero es tan necesario
que el mundo hasta el cielo tenga torres.
que sea por ello,
cierro mis ojos y sé
que desacertadamente se dirá; ¡se suicidó el pobre!...
aunque no sea cierto.
Que ya voy,
te ruego me perdones.
Brinco ahora sin saber porque ha sido a mí
a quien has encomendado este salto,
este salto…




Mario Andrés Caparra
INFORMACIÓN PERSONAL
Nacionalidad: Argentino
Fecha de nacimiento: 4 de junio de 1982
Lugar de nacimiento: Resistencia – Chaco
Estado civil: Soltero
Dirección: Av. Mac Lean 38
Teléfonos: 03722-462948 y 03722 - 15384948




(Introducción pseudograciosa para un currículum casi literario)

Nació en Resistencia, Chaco, en un año trágico (1982) para pasar inadvertido.
Comenzó a escribir, como casi todos, buscando reconocimiento y prestigio, o al menos mujeres hermosas.
Exactamente en el año 2004, notó que lo único realmente valioso que le deparaba la literatura era la amistad irreversible de Tony Zalazar y de Luis Argañarás y un taller literario del que recibió y aún recibe lo mismo que siempre entrega: todo.
Esto, que puede parecer un divague, es el verdadero y único fundamento de su carrera literaria. Todo premio, toda distinción, todo taller, todo evento, toda gestión cultural y todo libro publicado surgen ineludiblemente de esas circunstancias.
Así tenemos:


después
hoy conocí un tipo
que vio crecer su hijo a través de una ranura
con impiadoso amor lo veía
y su mitad izquierda
se apagaba
dejando ver los cuerpos
que brillaban en la oscuridad
le cantaba una canción que decía
“lo que no sufre no existe realmente”
y no dormía
hasta no verlo dormir
una lágrima imprecisa
solía visitarlo por las noches
y en lo contornos de lo real / se abrían
los juicios que nunca terminan
o que nunca comienzan
gritos que rodaban bajo la espesura del silencio
había electricidad
y plazas públicas
y un tren que lo llevaba
hasta la escuela
que lo alimentaba
le enseñaba el alfabeto y lo ponía en penitencia
por escribir con la izquierda equivocada
por leer más de la cuenta
lo denunciaba
y lo veía desvanecerse
hasta ser un rayito de sol
en la penumbra húmeda
el hombre no soy yo
no fue mi padre
nada de todo esto nos pasó
yo sólo sé que algunas noches / ya nunca me verá como me viera / me atropella un / dónde estará o lágrima que brilla / mi arrabal / y van creciéndome paredones / como niñeces robadas por quién / no puedo explicarlo de otro modo / su mirada duele sin piedad / como un amor por la ventana que ha muerto / repite /una pregunta hasta verme dormir / y después?
luz devino
mi viejo cantaba tangos
y se ponía de otro color
será que su vida le volvía a pintar
la piel / o la piel le coloreaba
la vida seca que llevaba
la vida que llevaba era la mía
estaba embarazado de mí
la mayor parte de mis 12 años
noche por noche
cambiaba vino por luz
de su garganta ronca
alumbraba a los hombres
que habitan dentro de los hombres
después olvidaba
tal era su modestia
yo lo vi con mi propio sol cuando aprendí a nacer
cuando aprendí
a nacer / se me murió
desde entonces
el vino siempre es otra cosa
la luz / es otra cosa
en el otoño cotidiano de los días
también yo me tomo
un vino para oír su voz
compañera del otoño / vuelve
como forzada por el tango
por el alcohol
por mí
vuelve de la muerte
del olvido de la muerte vuelve y canta
y aunque a mí
no me nace siquiera un arroró
me consuela pensar en los hijos que no tengo
pensar que tal vez
el hijo de los hijos mis hijos
pueda tomar el poder por el pico
sólo porque
alguien en el alguien
con voz a vino viejo
le alumbró entre sueños un tango
que dice que el tango es imposible
aún el de la muerte
yo que tiembla
hoy deroga el poder ejecutivo
/ la esperanza que no llega que no alcanza
esta noche de obediencia y de tortura
/ este punto final en tu poesía / un decreto
reglamenta tu cielo / privatiza
tus sueños / codifica la luna y hay
un punto de obediencia creciendo
sobre el final del final de tu poesía
después murió mi viejo / y el viejo de mi viejo / corre por mi piel / un olor a ceniza derramada / ¿qué balanza pesa el amor que no nos diste? ¿qué ojos como tus ojos miden el frío que crece para adentro? ¿corazón donde clava el otoño / el amor sus hojas secas? ¿qué país te deja solo? ¿qué patria te destierra? ¿cuál es el sol que no te mira? compañero del plomo / mediodía del dolor / que moriste para que no todo siga igual / tus asesinos se disculpan / piden piedad por todos los canales / confían en la justicia / y miran el perdón a través de una rejilla
pobre mi viejo / ni un paso al costado
hicieron de su humanidad un pasamanos y nada
/ nada que lo mueva del amor
no asumía que la muerte / podía correr de lugar a las personas
ahora no se animan ni a buscar tu nombre en la memoria
/ lo más importante no puede nombrarse
tus asesinos te matan todavía
con otros nombres quizás / quizás con otras huellas
piden perdón / perdón porque no saben
cómo ser ceniza / después de tu cenizas
compañero del plomo que lo mata
de la sangre en la calle compañero
y treintamil veces compañero del compañero que no llega
/ que no alcanza
¿por qué no fusilás con versos esta noche?
¿no nos cagás a tangos dulcemente?
mi vida se pasea con los ojos descalzos
sobre un espejo de recuerdos rotos

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NÍCOLAS GÓMEZ:
Poeta nacido en el año 1972 en la ciudad de Chamical, La Rioja. Reside en la ciudad de Formosa. Es estudiante del Profesorado en Letras en la Universidad Nacional de Formosa e integrante del grupo literario independiente “Alquímico”. Fue 2do premio del certamen de minificciones “Osde 2006”. Asiste al taller literario “Subcielo”, dictado por el licenciado Orlando Van Bredam. Participante de las Antologías de la editorial “De los cuatro vientos”, año 2004, 2005 y 2006.






ADAMANTINO
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?
“Ajedrez” J. L. Borges

Detrás de Dios no existe dios alterno,
sólo el vacío del tiempo y la distancia,
y un elemento atado a la sustancia
memorizando un cronos de lo eterno.

Detrás de Dios el torso es algo interno
sin ajedrez ni espaldas de ignorancia,
sólo tres frentes de ésa transustancia
sin “un rigor adamantino” externo.

Detrás de Dios no existe lo que cansa,
tampoco un dios midiendo su reverso,
ni en la mejor imagen de esperanza:

no cabe Dios en lo fugaz de un verso;
lo que la mente a comprender no alcanza:
detrás de Dios… no hay dios… ni el universo.



METAMORFO

Habré de empujar el portal hasta rasgarlo; y sé que en el titánico intento
mis lágrimas evaporarán sangre
antes de siquiera tocar la arena.
Flotaré incesante entre las melodías efímeras
cuando el cosmos quiebre con su látigo infame,
la niéblica marea de la esperanza.
Habré de morder el polvo, angustiante,
sintiendo el desgarro de la nada
sobre el extremo horizonte que se pierde.
Las estepas de las pléyades han de surgir turbulentas
cuando la gélida nave de la apostasía
congele mi vértebra acallada de soledades.



Quizá que la tormenta de cenizas
será un refucilo epopéyico
en el insostenible hielo de mi alma.
Acaso, ya no seré aquel gladiador
blandiendo la cornalina de jaspe;
O tal vez habré de retornar
a través del filo de esa espada...
He de oxigenar las crónicas agujas,
aunque considere mi piel, inmutable.
No sé...
Quizá que habré de aprender
aunque (acaso) se niegue mi alma
a voltear lentamente... la cíclica página,
que me ha de trasladar al místico seno
del deshielo molibdeno de la calma.
Sólo tal vez... quizá... sólo acaso...
ya no muera el azar de aquel mañana.




ECLIPSE DE VIENTOS AUSTROS


Hay un eclipse fantasma en esta vida;
un ayer incorpóreo
que no logra realizarse,
un Judas ciclópeo,
llamado Tadeo o Iscariote.
Un trozo de lágrima
aún pegado a ese madero…
O quizá un fragmento de piel,
como mapa corroído
del mundo que habita.


Su rostro anaquelado es un espejo
marcado por las noches somnolientas…
No precisa las monedas para “el barquero”.
Ha elegido otra suerte, mucho más trascendente,
para cuando transmute…
Acaso sin darse cuenta,
ha de traspasar el umbral de las crisálidas…


Hay una noche quiescente
estrujando el ayer
de la tristeza;
y una impotencia de nostalgia
que es una gota
cayendo al océano inmutable.
Su piel escarchada de miedos
intenta gritarle al viento
para apresar su ímpetu
entre sus sueños…
La voz que le ha sido dada,
a veces, es un quebrado hilo
de angustias y agonías…
incesantes…


Sí… hay un eclipse fantasma en esta vida,
un ayer incorpóreo que no logra realizarse;
y un paradójico retruécano inscribe:
hay una vida fantasma en este eclipse,
una realidad incorpórea
que no logra ser ayer…
tampoco hoy…
tan sólo intenta ser lo que no muere,
el austro azar … de aquel mañana ...

ROMANCE DE SANGRE Y AGUA


El monte dibuja el rostro
de la luna disfrazada
del fulgor de medianoche
que cava la madrugada,
alumbrando entre aceitunas
(triste hasta la muerte, el alma)
al hombre, que de rodillas,
ora, gime, llora, clama.

Rugen acero los aires
de un beso traidor que mata
cortando enhiesta la noche
por treinta piezas de plata;
crujen letanos olivos
sufriendo agujas de escarcha
“pasa de mí esta copa”
crueles estigmas me llaman…
mas que sea tu voluntad,
que se cumpla tu palabra.

Ora la luna en el monte
con una cruz escarlata,
junto al hombre anochecido,
junto al hombre que ya sangra,
aquel sudor que hasta tierra
rueda salvando las almas.

El sueño mete su frente
en una hora de espaldas,
duérmense todos sus ojos,
duérmese la hora velada,
y entre olivos y oraciones
llega la traición… besada.

Una oreja muerde el polvo,
y antes que toque la grama,
es regresada a su sitio
con un poder sin espadas.
Mientras todo se confunde,
mientras todo se dilata,
un gallo canta tres veces,
una conciencia se mancha,
un beso suicida muere,
un beso traidor se mata…



La luna enluta su luz
entre las nubes que pasan,
pues no quiere anticipar
lo que aún las piedras hablan:
que una sangre traicionera
en los campos de Aceldama
ahorcó sus treinta monedas,
derramó toda su entraña;
y otra sangre redentora
entre olivos alunada,
ha de pactar para siempre
la redención de las almas.

Por la puerta del pretorio
un madero se hace espalda
y como gloria recibe
una corona espinada.
El látigo rompe en hebras
esa piel ensangrentada
con aquel cáliz perpetuo
mezclado de sangre y agua;
mientras el escarnio mira
desde una oscura ventana,
cómo las almas ascienden,
cómo las almas se salvan.

Unos ojos nazarenos,
en tanto la luna escapa
hacia la cima del monte
de vidas crucificadas,
lloran sangre de universo,
sangran llanto de esperaza,
sufriendo todas las culpas
de toda deidad humana.

El sol apaga su luz,
la Tierra queda eclipsada,
un templo rompe sus muros,
al medio, un velo se rasga,
y entre tanta calavera,
Gólgota, que así se llama,
vinagre con hiel quemaron
los labios de “la Palabra”…

Dos maderos que se cruzan
agonizan en sus lágrimas,
y los clavos oxidados
muerden los pies y las palmas
de esos ojos nazarenos
elevando una plegaria,
para que un cosmos de ira
no caiga sobre las almas.
Un sepulcro y una piedra,
un sudario de mortaja,
un lienzo sacrificado,
el sol, la luna beata,
son los secretos testigos
de la sangre derramada,
de la unión hacia lo eterno,
de la palabra pactada:
de la carne entre nosotros…
¡… la carne resucitada!

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Pablo Federico Villarreal
Biografía: Pablo F. Villarreal, alumno avanzado de Filosofía. Publicaciones: Poemario, Semántica del Silencio, 2006 y Objeto (a), Decir Marginal,2005-2006 poesías de chicos en situación de calle. Coordinador del Proyecto de Arte Transformador Social. Columnista 'pensar lo no pensado' de la página de arte web: upart.com.ar.

Pablo Federico Villarreal

GOLPE CLANDESTINO

Exiliado de la geometría viciosa
de las teorías estrechas por mentiras.
Crimen de otros
dormidos por la letanía miserable del capricho
regulan lo inevitable, golpeando muertos
sobrevivientes derrotados
en la militancia conflictiva
de encarnar a un poeta.


METODONA

Furia de clavos sujeta
la mayoría de las veces la lengua
la siempre olvidada historia de respuestas
recicla demagogias egoísmos
Nunca un hecho, una práctica distorsionada
de insultos,
placeres concentrados en las uñas.
Mistificación de defectos
atan, encarnizan la horas
inventan otro sufrimiento:
nuevas terapias para delirantes
adictos
Poetas.

UN CANALLA

Caótico asexuado violento
trasmutado por los días de vicio
muerto dormido deseoso de hambre.
Huye con el pulso vaciado,
flagela juguetes
y se acuna…., y vuelve a dormir
en la acostumbrada frivolidad
de objetos conquistados.


A MANO ARMADA

Detengo la explosión del presente
con un 32
usurpo el tiempo
en los pasillos hospitalarios,
caso violentamente la calle
de los textos.
Denuncio el hambre
encerrado en bocas infantiles
me niego sexualmente en una noche usurpada.
Por robo a mano armada
anunciaron mi nombre
sin decir de donde vengo.

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Poemas de Guillermo Siles (Tucumán) extraídos de El sabor de la fruta (2008).


Memoria I

Por esta pena que dura,
por la insistente lluvia
del domingo,
recuerdas una calle
de adoquines y naranjos en donde
hubiéramos podido ser felices
aromados al vapor
de una delgada sopa
a cuenta de otro cielo.

Por tus ojos,
detrás de la llovizna,
septiembre pronto
retornará con sus azahares
invadirá las tiernas tardes
la gracia blanca de los juegos:
rayuelas, manchas y escondidas.

Por las carreras que perdimos
en las veredas de la infancia
las bicicletas regresan
a las sombras del país de la herrumbre.

Cerquita de tu calle un tren
desliza su pereza de fuelle
en atardeceres sordos de coyuyos
para olvidar
cinco pesos poca plata
repites a su paso.

Fue allí donde vivimos.




El recuerdo
a Esteban

Una calle sinuosa
y polvorienta
cuyo nombre ilustre
nadie olvida
solía conducir
al refugio de tu casa
donde el ardor del verde
insinuaba las marañas de la yunga.

Figurado paraíso,
selva luminosa
de música y de libros,
rumor de agua en la alberca,
golpes tenues de aljaba,
puerta abierta al deseo
en los albores de la vida.

No eras vos no eras
aquel niño herido
de palabras
perdido por diferencia
entre dos verbos.
La amistad,
tesoro de la memoria,
te guarda
en la imagen del almendro de nata
frente a la ventana,
en tostadas con manteca y miel
de tantos amables desayunos,
cuentos oídos
en la voz entrañable de Cortázar
una foto, una postal de él
que era tan porteño –decías–
como vos ahora tan cerca y tan lejos.

Un coyuyo aturde a la distancia,
la tarde cae, el sol se esconde
tras la veladura azul del cerro.
Ayer y hoy vuelven a fundirse
en un abrazo fraternal
en infinita comprensión humana.



Designio

¿No ves
la hierba crece al amparo de tus ojos?
¿Por qué mirar
hacia otro lado?
Los campesinos
piden agua y pasto tierno
pronto
habrán de morir
los animales
el campo estará seco.
¿Dónde buscar el reflejo de otros ojos
nacidos de la lluvia?



Octubre aquí

El viento esparce
el oro lila de los tarcos
la lluvia arrastra
los últimos vestigios
de polvo y de maloja.
Si no es el hedor del aire
herido
son las manos
heladas
con saldo a favor
asestando el poder
o su ignorancia,
envenenando el aire
en inviernos de zafra
bocas de ceniza,
talando vida en la mengua
de aquel verde majestuoso
que la maestría del ensueño
celebró que ocurriera.

La comarca sin memoria
jardín o paraíso
primavera o invierno
(da lo mismo),
ciudad sin corazón
es este oscuro río
escurriendo penas
el hedor fantasmal
que el tiempo desparrama
por los ojos de perro
del verdugo.
Allí habrán de reflejarse
las pasiones del odio
su insistente cárcel.


La gracia
a Gustavo
Al aire
da su gracia
bailecito dice
el cuerpo en movimiento
sus manos dibujan
colores y cada acorde
olor de paisaje aligera sus pies.
Retorne en luz el goce de la gente
y descienda la gracia
chacarera, gato
o candombe
tonalidades y siglos,
magia muda perdida
y recobrada en ayeres.
Ojo por ojo
lágrima por lágrima
en desierto de sal
latir por dentro en besos
no en palabras
o de qué se trata, duende,
sentir la piel
igualito que sentir
la lluvia.
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VICTOR VERA LA RIOJA

Mencion de Honor otorgado por ARAUCO VOCES DEL TIEMPO – Certamen 2008 en el Congreso Docente, y Encuentro Nacional Literario ARAUCO VOCES DEL TIEMPO 2008 realizado en la Ciudad de Aimogasta, Dpto Arauco Provincia de la Rioja, del 14 al 17 de Agosto de 2008. Obra “Ustedes”

Diploma Otorgado por la Subsecretaria de Cultura dependiente del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología por el 2º Encuentro Internacional de Escritores y Poetas, realizado del 1 al 3 de Febrero de 2006 en la Ciudad de Tinogasta, Catamarca, Republica Argentina.

Certificado Otorgado por SALAC La Rioja por el 9º Encuentro Latinoamericano de Poetas y Escritores “Dr. Ricardo Mercado Luna”, realizado en los días 22, 23 y 24 de Septiembre de 2005 en la Ciudad de Todos Los Santos de la Nueva Rioja.



Recordándote
Si tus lagrimas fueran mares
apagarían el sol
si mis ojos fueran los tuyos
lo encenderían de amor.

Esas lagrimas que derramas
son por causa de un amor
que si yo lo conociera
le robaría su don.

Ese don que yo no tengo
o no me lo puedo encontrar
y que tu lo encontrarías
si creyeras que es verdad.
Que es verdad de que te amo
y siempre te voy a esperar.


Olvidándote
Olvidarte es lo que intento
olvidarte es lo que quiero,
olvidarte es mi sueño
olvidarte ya no puedo.

Cuando un tiempo lo consigo
apareces tu, de nuevo
te apareces en un canto
te apareces en un sueño.

Olvidarte es imposible,
olvidarte ya no quiero
porque cuanto mas te olvido
con mas fuerza te recuerdo.

Solo me queda soñar
o tal vez solo esperar
que algún día por tu mente
mis recuerdos te visiten,
hasta que en un dichoso día
tu corazón los necesite.


Tu Cuerpo
tu cuerpo es el mar
que quisiera navegar
tan solo se su clima
no se su densidad.

Tu cuerpo es el misterio
que tendré que develar,
conozco un poco tu mente
que concuerda sin igual
con tu cuerpecito simple
pero experto en provocar
sensaciones de amor loco
imposibles de explicar.

En ese mar tan delicioso
yo quisiera naufragar,
ahogarme súbitamente
y dormirme sin despertar.

Para que este sueño se cumpla
yo tendré que descartar
mis defectos mas sinceros
que te hacen sentir mal.



Estaciones
Invierno es la estación
que me hace sonreír
por los fríos que pase
por tenerte junto a mi.

Antes de conocerte
siempre me gusto el calor,
pero la tibia estación
no concuerda con los dos.

A ti te gusta que el agua
roce tu sensual cuerpo,
a mi me gusta que solo
limpie mi chino rostro.

La primavera también
no me trae tus momentos
me hacia salir mucho
con amigos de momentos.

El otoño si me gusta
por sus lluvias transitorias
que disminuyen el paso
por mi moto que se moja.

Solo espero que recuerdes
los momentos de la historia
de este amor tan intenso
que perdura en mi memoria.

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VÍCTOR ZÁRATE: Poeta de la etnia Toba nacido en el departamento Pilcomayo, ciudad de Clorinda, provincia de Formosa, en el año 1983. Estudia el Profesorado en Letras en la Universidad Nacional de Formosa. En el año 2003 resultó ganador del Primer Certamen Nacional de Periodismo “Periodistas por un día”. Obtuvo el Primer Premio de Investigación Científica en el Tercer Encuentro de Pueblos Originarios, año 2006. Además fue conductor del programa radial “Qomle’k” (“Espacio aborigen”) en la Radio UNaF. Asiste al taller literario “Subcielo”, a cargo del licenciado Orlando Van Bredam.



EFECTO ESPEJO

Sigo buscando esa imagen que un día había conocido,
que tan lejos te siento pero a la vez cercana
que a veces siento tener
palabras expandidas en el universo,
por un verso
con el atrevimiento de escribir
lo que siento en este anverso amigo.
De seguido parece obtener una semejanza
unida en la mente, abundante de tristeza.
Pero, en el pensamiento
una impresión de una buena forma se aparece
y te apareces, y te conviertes en tal belleza,
que quizás tengas esa naturaleza común
y yo tenga esa sustancia, que nada más repite las cosas.
O tal vez sea algo químico nada más,
cuando nos atrajo esa mirada
nos atrajo ese espejo,
que cuando estaba parecía ser menos fusionable.
Pero cuando estaban esos ojos
parecían como el imán y el fierro.
Tal vez fue como un pasaje de términos
o fue como el término de un pasaje
de caminos.



ELEGANCIA DISFRAZADA

El amor como una epidemia:
el amor crece y descrece hacia ti.
Despertaste el ser fantasmeante dentro de mí.
No había aguantado el amor hacia ti…
Habías despertado tu personaje interno flameante.
Que todo personaje era interpretado a medias.
Que me repetías que yo era tu fantasmeante andante.
Y tú como sirena.
Y que yo repetía que tenías la lindura
y serena…
Mil veces te decía que yo nadaría
y me sumergiría…
Y me zambulliría en tu mundo.
Eres misteriosa,
una amorosa mística y deliciosa…
Eres mi amor circundante.





GIRO CANTADO

Con ese imperativo pensar
hallé ese corazón buscando pasión.
Haber temido tu predominio en mí,
fue pura canción replicada.
Fui pasero de lenguas ancestrales,
fruto de la sociedad y generación de gente tan cambiada
pero tan idealista que tenía toda una lista.
Y pista de pistas en mi frente y decían que tenía la frente muy grande.
Décadas y lustros multiplicados por cinco no me correspondían resolver.
Siento la tinta sangrar como las pérdidas de mis neuronas agotadas de amar.
Y que se van esos días conmemoratorios.
Tal vez me los robe algún día.
Un mundo al revés tal vez nos ayude cuando tú y yo nos peleamos.
Peleamos por una causa justa pero eso sí, una ecuación perfecta jamás.
¡Que una canción invierta nuestra palabra!
Te cedo una pala para que desentierres mi copia viviente.
¡Qué vivan las copias mortales
y que las copas nos vivan, por tales hombres mortales!






NAVEGU’É

Ahora me encontraste
y eso que yo no me sé encontrar,
no sé cómo buscarte pero sí cómo hallarte
porque sé que estás ahí,
en ese mundo que ni yo puedo conocerlo,
pero sé que tenemos un mundo.
Supe que llegamos en naves flotantes,
ahí me pregunto si somos mutantes
pero siempre digo que nada más
somos constantes.
Estoy viajando por todos lados
quizás pasé a tu lado.
¡Ah!, pero qué delirio que me enfrió la cabeza
de espanto, con hambre y sed
de encontrarte y de encontrarnos.



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